Meme del Real y el valor de dejar que las cosas respiren | Entrevista

Por Daniel Triana
En el marco del lanzamiento de La Montaña Encendida, su primer álbum como solista, Meme del Real abre una nueva etapa en su trayectoria artística. Conocido por su papel fundamental dentro de Café Tacvba, el músico se aventura ahora en un territorio más personal e introspectivo, donde las emociones, los ritmos y la experimentación toman un lugar central.
En esta entrevista realizada por Rokkers en colaboración con Playlist Magazine, Meme reflexiona sobre el tiempo, la espera, el proceso creativo y las decisiones que dieron forma a este material, en una conversación cercana que revela a un artista que eligió hacer las cosas a su propio ritmo.
Desde hace casi diez años venías publicando algunos sencillos sueltos, así que parecía inevitable que tarde o temprano lanzaras un material más completo. Al escucharlo —sobre todo canciones como ‘Estaba Sentado’— me sorprendió la manera tan honesta en la que abordas emociones como la tristeza. Entonces surge mi pregunta: ¿Por qué tanto tiempo para sacar este material?
MEME: O sea, no es que yo hubiese tenido una… Una idea, un calendario, un proyecto de, bueno, para tal momento, o ahora no, ahora no.
En algún momento tuve, sí, sobre todo con estas canciones que hablas. Para una película, un sencillo, algo, y de pronto… ‘Bueno, capaz que sí da para sumarle más canciones y hacer un proyecto más robusto’. Pero entre una cosa y otra, no lo concreté. Y una cosa y otra es el grupo.
He tenido la suerte de que me invitan como productor a otros proyectos musicales. Mi familia, ¿no? Que se convirtió en un proyecto protagonista.
Y de pronto aparecieron una suma de canciones que ahora sí, no era fácil esquivarlas. Y decir, no, todavía no. Y no, es ahora.
Y entonces… junto con Gustavo Santaolalla, fue así de ‘no, esto es un disco’. Ahí dije, “ok, entonces si esto es un disco y es en solitario, pues entonces le voy a tratar de dar todo el espacio, todo el tiempo, la energía y la voluntad para que estas canciones tengan la vida que yo les pueda ofrecer.” Pero con una certeza de que ahora le tocaban estas canciones.
¿Cómo decides que una canción debe tomar cierto rumbo? Es decir, cuándo dices: “esta tiene que sonar así, con este ritmo”, o incluso: aquí me voy a aventar una bachata y luego algo muy mío, muy ‘de Meme’. ¿Cómo ocurre ese momento en el que defines la dirección musical de cada tema?”
MEME: En principio, en la mayoría de las ideas no hay una intelectualización con respecto a lo que tiene que pasar.
Si no es, ‘esto es lo que salió’, repito la mayoría de las veces, “¿qué hago con esto? ¿Cómo voy a gestionar, administrar esta idea? A veces es una idea más poderosa que otra, pero de pronto hay algo que… Ah, bueno, ¿qué tal si esta que es un bolero? No, no es un bolero, es una bachata. ¿Y por qué una bachata? ¿Puede ser? Bueno, ¿qué más da si es una bachata? Es una canción, ¿no? ¿Está buena? ¿Me gusta? ¿Sí? ¿O qué? “Bueno, ahora tal vez… Y si le pongo algo que tal vez la haga no ser también esto que no esperaba yo que fuera, pero que siento que puede funcionar, ¿por qué no lo sea? A ver, probemos”. Empieza a pasar otro ritmo y de pronto se convierte en algo que para mí es más luminoso, por así decirlo.
Y pasa que los géneros son nada más una representación de también lo que disfruto, lo que me gusta y la forma en la que puedo expresarme a través de la exploración, de la diversidad. Y, hay algunas que terminan siendo más explícitas en cuanto a la referencia con el género y que también a mí me va revelando la relación que tenía con ese género, con esa idea.
En otros casos, sí, puede ser que hay alguna intención de búsqueda de bueno, “¿qué pasaría si en algún momento yo pudiera hacer algo que tuviese relación con este género con esta idea?” A ver, empiezo a explorar y eso me lleva a algún otro lugar y a veces esa primera exploración termina en otro sitio.
Sí hay, por supuesto, algo de raciocinio alrededor, pero en general tiene que ver más con la intuición, con la expresión, con la espontaneidad.
Para este disco, ¿tú qué dejaste ir, qué soltaste?
MEME: Pues primero darle cara en solitario, no tener que sostenerme y recurrir a mis compañeros del grupo para darle sentido a una expresión creativa.
En esta magnitud, es decir, en esta suma de canciones, había hecho proyectos donde el protagonista era una canción o el proyecto es un tema, pero ya dejar ir también la idea de que me era difícil darle cara, movimiento y tiempo a un proyecto de estas características, un disco.
No soy yo tal vez quien ahora esté listo, ¿cómo voy a hacer? Pues las canciones otra vez me van dictando o me van poniendo en un lugar donde puedo explorar algo. Puede ser que la canción, la expresión visual o la expresión corporal tenga que ver con la canción, pero más bien es la canción la que me invita a hacer algo que no estoy habituado al principio o que he hecho, que he practicado, pero no en ese formato.
Y para llegar a esto he tenido que dejar ir algunas ideas que tenía de cómo un proyecto tenía que ser o cómo yo tenía que comportarme con relación a algo. Y ha sido un bonito aprendizaje saber que mucho está en lo que uno cree nada más y, que no es realmente lo que puede pasar.
Antes de lanzar este material, ¿no te pasó por la cabeza formar otra agrupación? Entiendo la exploración en solitario, pero me pregunto si en algún momento consideraste armar un proyecto tipo ‘superbanda’, invitando a músicos de otros grupos, para proponer algo distinto a lo que ya hacías. ¿Ese tipo de ideas te llegaron en algún momento?
MEME: Antes de que el disco resultara como resultó, estas canciones, tenía yo la idea de que algunas de ellas fuesen en colaboración con alguien cantando. Porque yo decía, “bueno, yo puedo cantar algo y algunas, pero todo, no me veo, no me siento con esa capacidad o con esa posibilidad de que tuviera también cierto eclecticismo vocal”. Entonces, sí, yo decía, no sé si para hacer un grupo, pero sí por lo menos para que las canciones pudiesen tener una presencia diferente.
Pero fue Gustavo el que me dijo, “no, no, no, aquí hay algo importante que está pasando a nivel vocal, sobre todo, y que creo que hay que mantenerlo así. Porque es parte de la expresión, de la traducción, de esta radiografía tuya, es cómo estás interpretando”.
Y como que, nada, sentí que sí, que era muy honesto poderlo llevar a cabo, pero yo no sabía. Por ahí me iba a decir, no, resulta aburrido, está tedioso, se pone. Su opinión no fue esa y yo deposité en él esa óptica a partir de cierto punto del proyecto.
Pero sí, esa intención, esa inquietud de pronto colaborar con alguien más, pues sigue viva. Ahora, como el disco lo terminé, los videos estoy preparando, pues no he tenido todavía el espacio para decir, bueno, y ahora voy a colaborar. O de pronto habrá de manera espontánea que se dé, pero sin duda, pues hay artistas que uno ni se imagina y que por ahí acabas colaborando, haciendo algo.
¿Te ves lanzando otro material en el futuro, aunque no sea tan pronto?
MEME: Sí, me veo porque ha sido muy disfrutable. Lo he pasado bomba, sí. O sea, ya hasta ahora todavía no salgo a tocar el disco o el proyecto del disco todavía no se ha presentado en vivo. Y que será otra etapa y probablemente ya será como la extensión que sigue siendo del proyecto vivo, que son las canciones. Y no me ha dado mucho espacio a pensar si estoy con la intención de hacer algo que continúe. Pero es decir, sí he encontrado que las posibilidades son muchas y las oportunidades están siempre.
Entonces, sin duda, tengo la ilusión y las ganas de que esto continúe.
¿Hubo algún tema o algún disco que te haya impulsado a más? O sea, que te haya motivado más bien a sacar este material. ¿Algo que hayas escuchado durante ese tiempo?
MEME: Pues creo que ya existía. Con la cantidad de música que culturalmente estamos rodeados, como latinoamericanos, como mexicanos, con todo lo que hay aquí, todo lo que llega de fuera, con todo lo anglo que llega, pues ya es suficiente información para crear cualquier cosa.
Pero sin duda también, yo he reflexionado acerca de cómo envejecer dignamente a nivel creativo. Y creo que tiene que ver con la atención que uno pone en todo lo que ocurre y lo que van haciendo. Y cómo ahora la digitalización ha hecho que nos comuniquemos de diferente manera los seres humanos. Y en la música, pues la distribución de la música, la forma en la que la escuchamos, la forma en la que se produce ha sufrido un cambio generacional profundo. La pandemia dio pie a algo.
Entonces explotó algo que probablemente con gente de mi generación lo observamos y lo leemos de una manera. Y tal vez es difícil encontrar una resonancia en algunas cosas. Pero yo, y también a partir de mi familia, es decir, de mi hija, de mi hijo, que ya es un adolescente, preadolescente, he estado muy cerca de artistas nuevos.
Hay ciertos proyectos, ciertas piezas que son importantes o que me han hecho ver las posibilidades, otras posibilidades, pero creo que tiene que ver con que me he sentido estimulado a partir de artistas que tal vez yo no conozco, digamos, en mi generación, pero que los veo, la inquietud que hay, el discurso, y que tal vez resueno con la lírica que tienen, pero hay algo que energéticamente está conectado con una generación y con una conversación.
Y creo que es ahí donde me ha refrescado también la manera de entender que más allá de que pueda parecerse, o lo que uno puede hacer pueda parecerse a eso, que uno puede también como refrescarse y hacer algo que el resultado sea algo que te diga, sea como la fotografía que no estás pudiendo ver.
Algo que me llamó mucho la atención en este material fue la calidad del audio: tu voz se escucha súper nítida. En un contexto donde el streaming no siempre iguala la fidelidad de un CD o un vinilo, ¿qué tanto te fijas en esos detalles? ¿Qué tanto dices: ‘me gustaría esta canción grabada con este micrófono’, ‘quiero hacer esto con este tipo de guitarra’? ¿Cómo defines tú esas decisiones?
MEME: Ya, pues, sin duda hay mucha atención en que las ideas estén bien representadas. Hay algunas canciones que están grabadas con un micrófono, digo así, ‘de 100 pesos’, pero no, cuestan más, pero no importa, porque creo, algunas que no, que están grabadas con un micrófono más complejo, o con una guitarra, hay unas canciones que están grabadas con una guitarra que había comprado recién y que tuvo una sonoridad espectacular, pero otras que son partes del demo que tenía con una guitarra de paracho ‘de dos pesos’. Que es la que tengo ahí al lado para componer, y de pronto hice un demo y se quedó ahí atrás, y digo, ¡ah, qué bien funciona! Entonces, no importa mientras la idea sea importante para ti, y estés conectado con esa idea. Y en la traducción, que también Gustavo Santaolalla, pues es muy experimentado y astuto, de expandir el mensaje, está el poner atención en el contenido de los elementos, de los sonidos, de la lírica, de la voz, de la textura, y si algo no funciona o no funcionaba, pues había que reemplazarlo, lo reemplazamos.
Si esto que tal vez parecía que estaba hecho con un material o con una calidad que no era suficientemente buena, pero la expresión, la intención o la representación de eso era difícil de reproducir de nuevo, pues entonces eso es lo que hay que destacar. Y sí, siempre ha sido así el trabajo que yo he tenido con él, y tú lo puedes notar en cualquier proyecto, en cualquier álbum, cuando hay alguien. Y por eso cuando llega a las manos de un ingeniero de mezcla que de pronto hace una reinterpretación de eso y se asocia emocionalmente o energéticamente con “qué es lo que está comandando esta canción”, y esos son los grandes ingenieros también, como los productores.
“¿Dónde está la energía? ¿Dónde está la emoción? ¿Qué es lo que le da eso?” Y a partir de eso, ok, todo esto es valioso, pero ¿cómo va a ser un balance? Hay cosas que están muy protagónicas, pero que no tienen el contenido del otro, y es la negociación, entonces ya con el ser humano, con las personas, con el equipo, de aquí hay que ver esto. “No, no me gusta, es que esto es lo que yo aporté, sí, pero aquí está la energía, bueno, tal, y luego en el siguiente es al revés, etc”.
Pero sí hay un cuidado y una observación que tiene que ver, sí, técnicamente está hecho con esta herramienta o con otra, pero ¿Qué es lo que está diciendo y cómo se está diciendo? Y si lo que se está diciendo está relacionado realmente con la energía, con la emoción, y si no, entonces ¿Qué se tiene que hacer para pulir y para limpiar, que brille bien lo que tenga que brillar dentro de una masa tal vez compleja o hacerlo de descubrir de a poco? Eso.
De este disco, ya para finalizar, Líquenes me pareció, tal cual como lo dices, una canción guardada para un momento muy especial. La estaba escuchando y de repente hasta me dieron ganas de pararme. Es precisamente el sentimiento de esa canción lo que, no sé, te lleva a entender por qué se llama así el disco, por qué se llama “La Montaña Encendida”. Es como algo enorme, en llamas y explosivos, sabes.
MEME: Si es posible, esta canción tiene muchos elementos que aparecen como de un lugar donde no existe nada, como de un vacío. Y acaba en un lugar gigante, épico, pero que también se está destruyendo, está desintegrándose mientras se construye. Digamos, si pudiésemos, de una manera metafórica.
No lo había pensado, pero sin duda es un momento donde hay mucho puesto. En la lírica, en las referencias, en la mezcla de las ideas, en la sencillez armónica que tiene, pero que puede ser compleja a la vez. Sí, es un ejercicio también, es un ejercicio sonoro. No tanto de composición, sino de cómo hacer una canción a partir de una cuestión que tiene que ver nada más con una exploración.“Por qué no creamos algo? a ver cómo, y de pronto no es, ah mira, se me ocurrió esta canción o me inspiré y hice esto. No es a ver, a partir de estos elementos, de esta idea mezclada con esta otra la pegamos y es como un viaje. Sí, pero ¿tiene sentido? No lo sé, pero vamos viendo”.
“Voy viendo a ver si se mezclan aquí y si le agrego este elemento rítmico. No, esto fue mucho, quítaselo”. A ver, y de pronto ya de lo electrónico al acústico, al orquestal, pero también son pocos elementos realmente.
Pero que en combinación hacen mucho y eso es también prueba y error todo el tiempo. Porque por más que digas, bueno esto va a funcionar, no lo sabes hasta que empiezas a poner y a sumar. Y sí, se genera como un paisaje que no había yo imaginado hasta que lo ejecutas.