El fuego como verdad: ‘Quemarme Contigo’, el nuevo incendio sonoro del peruano Nicolás Duarte
Durante años, Nicolás Duarte ha sostenido una relación intensa con la música. Su camino atraviesa distintas etapas del rock peruano: la electricidad de Cuchillazo, la exploración mestiza de La Mente y un periodo solista marcado por la introspección. Cada paso deja rastros que se combinan sin borrar el anterior. Su historia parece guiada por una necesidad constante de transformación, una manera de escuchar el instinto antes que las expectativas.
Su más reciente sencillo, Quemarme contigo, parte de una imagen mítica, la luna separada del sol por su propio deseo. Duarte toma ese símbolo y lo convierte en un relato contenido sobre el amor y la distancia. La serenidad con que interpreta la canción transmite el desgaste y la aceptación que solo el tiempo puede dar. Su voz parece habitar una frontera entre lo terrenal y lo espiritual, donde la intensidad se repliega hacia adentro. Todo respira con un control que no impide la emoción, sino que la afina.
El registro junto a su banda The Pets y el productor Juanjo Salazar conserva esa misma naturalidad. Las guitarras se deslizan sin exhibición, la base rítmica sostiene una tensión que nunca explota. Se percibe una complicidad honesta, fruto de músicos que confían en la energía compartida antes que en el virtuosismo. La sesión se desarrolló con rapidez, como si la canción hubiera esperado su momento justo para materializarse. Cada elemento ocupa su espacio exacto, sin exceso ni artificio.
En esta etapa, Duarte parece haber alcanzado un tipo de madurez que rehúye las fórmulas. Quemarme contigo mantiene el fuego que siempre lo acompañó, aunque ahora arde con calma. En un circuito donde el ruido suele confundirse con vitalidad, su música apuesta por la permanencia. Su evolución no responde a la necesidad de cambiar, sino a la certeza de que seguir ardiendo también puede ser un acto de quietud.
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