INTERPOL REGRESA CON NUEVO ÁLBUM THE OTHER SIDE OF MAKE-BELIEVE

VE A PAUL BANKS PRESENCIAR UNA BATALLA ÉPICA DE BAILE EN EL VIDEO DEL NUEVO SENCILLO ‘TONI’ LA PRIMERA ENTREGA DE UN CORTOMETRAJE DE DOS PARTES

“Still in shape, my methods refined,” canta Paul Banks en ‘Toni’, la canción que abre el séptimo LP de Interpol, The Other Side of Make-Believe, el cual será lanzado el 15 de julio en Matador. El álbum rompe esquemas para el grupo: paralelo a explorar los trasfondos siniestros de la vida contemporánea, las nuevas canciones de Interpol están infundidas de anhelo pastoral y una nueva gracia.

Los arreglos serpentinos de la guitarra de Daniel Kessler apuntan hacia el cielo, Samuel Fogarino destroza su precisión percusiva en métricas extrañas, mientras que la voz sonora de Paul Banks exude una vulnerabilidad que puede agarrar desprevenidos a los fans de largo plazo. Después de todo, Banks dice, “siempre hay una séptima ocasión para dar una primera impresión.”

Una que garantiza ser favorita de los fans a futuro, ‘Toni’, llega hoy como la primera entrega de un film de baile de dos partes, dirigido por Van Alpert (Post Malone, Machine Gun Kelly); el segundo capítulo saldrá más adelante. Al hablar de la colaboración, Banks comenta, “Fue muy divertido trabajar con Van Alpert en el video de nuestra canción Toni. Conectamos gracias a una inspiración compartida en cine, además de una pasión por los videos de música clásicos como los de Glazer, Cunningham y Jonze. Van, en mi opinión, pertenece al mismo club de estas leyendas; es emocionante verlo construir su propia obra perdurable.”

El director del video, Van Alpert, dice: “Escribí una idea loca que sentí que era nueva para INTERPOL, un video cinemático de baile híper moderno. Una historia de «amantes a la fuga», con un clásico final de suspenso. Es el trabajo de los sueños poder trabajar con mi banda favorita de todos los tiempos. Paul Banks unificó todo y elevó el concepto, naturalmente, es un gran actor, artista y colaborador».

Interpol tocará dos noches en el Roundhouse de Londres el 14-15 de junio y algunos de sus shows más grandes del año serán en el Rose Bowl de Los Angeles y en el Palacio De Los Deportes en la Ciudad de México.

The Other Side of Make-Believe comenzó de manera remota durante el 2020. A inicios del 2021, Interpol se reagrupó para darle forma al nuevo material en una casa rentada en las Catskills, antes de completarlo más adelante ese año en Londres, trabajando por primera vez con el productor veterano, Flood (Mark Ellis), además de aliarse una vez más con el co-productor, Alan Moulder.

Escribir cada uno por su cuenta en las primeras etapas de esa dispersión geográfica le dio la oportunidad a los integrantes de la banda de estar en sus respectivas cabezas: “Realmente le sacamos jugo a la situación”, dice Fogarino. Kessler hace eco del sentimiento: “Trabajar a solas fue un poco tropezado al principio, pero abrió un nuevo capítulo para nosotros.” En el Diagrama de Venn de Interpol, cada miembro encontró la manera de expandir su círculo individual en perfecta armonía.

Como Banks estuvo asentado en Edimburgo durante casi nueva meses, se puso cómodo en una silla junto a la ventana con una pluma, una libreta y un bajo color crema. “Normalmente escribimos en vivo, pero por primera vez no estoy gritando por encima de una batería” él dice. “Daniel y yo tenemos una química lo suficientemente fuerte como para poder visualizar cómo mi voz complementaría los demos que enviaba por email.

Luego podía bajar el volumen de todos en mi laptop, ubicar estas melodías coloridas y generalmente transmitir el mensaje de manera sutil.” Banks ajustó su volumen personal para ser más tenue con un periodo de inquietud global y anhelo por conectar: «Flood me dijo que las voces en los demos evocaban a Mickey Rourke en Barfly, cantar a un cliente al final de la mesa y nunca tuvimos la necesidad de convertir esa intimidad ahumada en algo grande y fuerte cuando llegó la hora de ensayar y grabar. Me divirtió bastante hacer lo opuesto.”

Al ser un grupo cuyo material inicial se caracterizó por empuñadores de cuchillos polacos y asesinos seriales encarcelados, podrías esperar que la visión de Interpol del momento actual podría ser un hoyo emocional de asfalto – incluso doblemente debido al historial de Flood y Moulder con Nine Inch Nails, Curve, Gary Numan, Depeche Mode y otros.

Pero Banks sintió el llamado de buscar una dirección de «contrapeso» , con himnos a la resiliencia mental y al poder silencioso de llevarla leve. «La nobleza del espíritu humano es restablecerse», comenta. «Sí, podría enfocarme en cómo todo está jodido, pero siento que ahora es el momento en el que tener esperanza es necesario y una emoción aún creíble dentro de lo que hace a Interpol Interpol». Kessler concuerda: “El proceso de escribir este disco y buscar emociones tiernas y resonantes me llevó de vuelta a mi adolescencia; fue transformador, casi eufórico. Sentí una rara sensación de propósito mordiendo el final de mi caña de pescar y me sentí obligado a sacarla».

Incluso con un piano que acaricia la intro de ‘Something Changed’, las progresiones cíclicas de ‘Passenger’, o las olas hímnicas de Kessler y su guitarra en ‘Big Shot City’, no significa que Interpol se ha detenido por completo a olfatear las rosas. El título de The Other Side of Make-Believe, la portada y la tendencia de las letras de inclinarse a la fábula, las pantallas de humo y la mutabilidad de la verdad refleja el disgusto de Banks con el cuajo de era de la información.

“Siento que la cualidad resbaladiza de la realidad y tener la voluntad de ser violento a partir de desacuerdos basados en hechos, ha tenido un efecto súper extenuante en la mente de todos en el mundo. Aunque,” ríe, “yo estuve hablando tanto de eso que sacó de onda a mis compañeros de banda, así que encontré la manera de expresar mis angustias a través de la lente de las facultades no racionales de los seres humanos y no tanto del colapso de la civilización».

En The Other Side of Make-Believe, un entendimiento interpersonal profundo significa que cada miembro respeta las fortalezas respectivas del otro más que nunca, sacando a relucir las cualidades elementales de Interpol. Canción por canción, Kessler hace un boceto arquitectónico (invariablemente mientras ve una película — como ubicación de inspiración para casi cada canción del catálogo de la banda), Banks cuelga arte en la pared, luego Fogarino arregla los muebles para tener cierta posición e intención.

Fogarino resalta que el rol de Flood en esta ecuación, “era hiperbolizar todas nuestras cualidades buenas. Nuestra banda nunca había explotado los motivos del rock ‘n roll, sin grandes rellenos de batería o solos que gimen, así que identificó la honestidad base de nuestro sonido y encontró una manera de amplificarlo. Hay una frase que me encanta sobre tocar batería: ‘el ritmo odia la melodía’ — el mejor tipo de batería, o acentúa lo que se está transmitiendo o arrasa con ello”. Así que ¿qué implica al beat dramático y ostentoso en canciones como ‘Renegade Hearts’ y ‘Gran Hotel’? La respuesta llega con una sonrisa: «Supongo que Flood me dio espacio para arrasar.”

Pronto, The Other Side of Make-Believe se sentirá tan familiar en la consciencia del público como le es a Paul Banks, Daniel Kessler y Sam Fogarino. Siempre una paradoja, el trío ha aguantado siete álbumes y varios elencos como montañas rusas más de lo que cualquiera hubiera predicho, son dejar que se escape el sentido de propósito. Con el tiempo, las etiquetas como ‘alternativo’ e ‘indie’ se han desvanecido. Simplemente son un grupo de rock; uno de los más distinguibles, consecuentes y perdurables del siglo 21. Y con más de un cuarto de siglo de existencia, la banda está toda prendida de nuevo.

Interpol: sus métodos refinados, aún en gran forma.

– Gabriel Szatan

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