“A Través del Espejo”: el álbum mágico e introspectivo de Ali Stone | ENTREVISTA

Por: Ximena Prieto

Desde el 28 de marzo, Ali Stone nos invitó a cruzar a un universo sonoro único con el lanzamiento de su nuevo álbum, «A Través del Espejo». Lejos de ser un disco más, Ali nos confiesa que este proyecto fue un proceso «mágico» e inesperado, gestado en un momento de pura inspiración que lo transformó en una experiencia casi surrealista.

En entrevista con Rokkers, Ali nos comparte cómo ha vivido el lanzamiento de este «álbum mágico», que no solo es un reflejo de su fantasía interna y su capacidad de crear «portales que la llevan a través del tiempo», sino que también representa un profundo viaje de introspección y auto-descubrimiento. Desde la conexión con su anterior álbum, Pandora , hasta la curiosa decisión de los títulos incompletos de las canciones y la sorprendente realización de cada visual.

¿Cómo te has sentido después del lanzamiento de «A Través del Espejo» y qué ha sido lo más emocionante del proceso?

Me siento súper emocionada con el lanzamiento de «A Través del Espejo», que para mí es un álbum mágico. El álbum, en sí, tiene esa parte como del mundo fantástico, muy del mundo de las maravillas, de mi lente de adentro. Es como verme a mí misma, pero con esta fantasía de crear portales que me llevan a través del tiempo, como en reversa. Pero a la vez, la realización del disco fue un proceso mágico también, porque literalmente lo hice, o sea, me llegó de manera inesperada, porque yo este año tenía planeado no hacer música de mi proyecto artístico, solo seguir trabajando para otros artistas, darme un respiro y tal. Justo el 16 de febrero se me ocurrió esta idea de «A Través del Espejo», la escribí como un libro y cada capítulo correspondía a una de las canciones. Todo me salió de una sentada, como un momento de iluminación. Hice el álbum en menos de un mes, si cuento días hábiles. 

El álbum arranca desde Pandora, tu producción​ anterior, que era una introspección pura y de la necesidad de salir de la caja de Pandora. Ahora que decidiste cruzar el espejo, ¿qué representa para ti este salto y en qué momento sentiste que estabas lista para darle?

Me encanta que hayas hablado de eso, porque en este álbum, la primera canción habla de Pandora y de decir: «Pandora fue para mí moverme al espejo y ¿qué pasa si ahora atravieso el espejo?». Para mí fue como si hubiera hecho un psicoanálisis conmigo misma, un poco muy filósofa de mi vida también, porque Pandora era esto, como si me abrí la caja de Pandora y fue como ¿qué es lo primero que sale de mí? A veces es como cuando te paras frente al espejo y ves lo primero. Pero para mí este álbum fue como: «Bueno, ¿qué es lo que de verdad veo ahora después de que me quedo más tiempo?». Si te quedas más tiempo, empiezas a ver más en detalle y eventualmente te empiezas a atravesar hacia adentro, a verte hacia adentro.

Este álbum, «A Través del Espejo», quiero que sea esa tarea de que lo que creí que veía al principio se puede distorsionar y cambiar, como que dos cosas pueden ser verdad a la vez. Pero de repente canciones súper producidas, instrumentadas, como la que es con Paty Cantú, que es mega épica, o la de Meli Meli y Tony Succar, llena de instrumentos con una orquesta entera. Eso no había sucedido en Pandora. La última canción, «Maravilla», es como mi Bohemian Rhapsody, dura casi diez minutos y modula cuatro veces, cambia un montón de veces de métrica. Esa canción une todos los mundos, tiene un montón de géneros, y con este álbum yo dije: «Hago mis propias reglas, mi música es así, la gente ya entendió eso, ahora sí me puedo ir con todo».

Se nota que pusiste mucha atención a los detalles, como los mensajes que llamaste «huevitos de Pascua», y los títulos de las canciones incompletos. ¿Nos puedes contar sobre esa decisión creativa?

Me da risa que todo esto, cuando te contaba que fue un momento de epifanía y escribí el álbum como un libro, todo esto lo escribí, desde la parte visual de los títulos. Dije: «Quiero que suceda esto, ¿qué pasa si uno se atraviesa a uno mismo, si uno atraviesa el espejo? Es como que tú desapareces». Yo decía que se desaparezcan todas las vocales, pero la «A» de Alicia es la que queda, la «A» es lo único que queda, porque yo permanezco ahí solo, que el resto de las cosas se van. Incluso desde el principio dije: «Quiero que todas las vocales se vayan de todo», para que la gente vea los títulos y diga: «Esto no tiene sentido, esto no es nada», pero a la vez se den cuenta cuando ya se empieza a abrir el libro y a pasar la historia. Era para representar que si atraviesas un portal, todo se desaparece, la realidad física se desaparece, entras en una parte espiritual.

Lo único que permanece es la «A» de Alicia, que hace el conector, lo que une todo, está presente. Visualmente ves los títulos y la «A» va derecho, y al final en una de las canciones digo que yo soy la llave maestra que abre todo, que abre todos los portales. Esto es muy significativo, de que todo se puede distorsionar, pero la verdad verdadera sigue ahí, solo que tienes que ver más allá de la nariz. Este concepto se me ocurrió desde ese momento, y recuerdo que pensaba: «Es un momento de genialidad, pero también de locura». Esta historia se me ocurrió casi de la nada, tal vez leí mucha fantasía de pequeña.

También era esta parte filosófica de decir que si el tiempo retrocede, al final el tiempo no existe, el límite no existe, mucho de física cuántica que me encanta. Hasta tomé cursos de física cuántica avanzada cuando estaba en el colegio, todo esto salió de mí. Es bien nerd, y no sé si la gente cuando escuche esto va a tener que pensar y analizar, porque es un álbum súper nerd con estas cosas de «huevitos de Pascua» que no dejo súper explícitas, sino medio escondidas. Quise que todo estuviera conectado con sumas y números, muy intencional. Todas las fechas de lanzamiento de las canciones y del álbum fueron sumas de Fibonacci. El álbum salió el 27 de mayo a las 5 de la tarde, y el disco dura 27 minutos, entonces si lo escuchabas a las 5, los 27 minutos eran 5:27, 5:27.

Todo eso se me ocurrió el 16 de febrero. Fueron ideas súper conectadas que tuve que desmenuzar para armar esos huevitos de Pascua, de tal manera que queden, pero que la gente se cuestione y se cuestione. Me encanta cuando el arte te despierta eso, no solo con discos, sino con libros, pinturas, que ves algo, vuelves y lo ves o lees porque sabes que hay algo más, algo más.

Hiciste todo desde cero: masterizaste, produjiste, editaste, mezclaste, dirigiste, grabaste tu primer single y video «LMNA». Mencionaste que incluso aparece tu gatito que te recordaba al de Alicia en el País de las Maravillas. ¿Qué querías transmitir con ese visual y esos temas?

Sí, con «LMNA» todo está conectado. Tuve esta idea presente desde el 16 de febrero, cuando hice toda la historia. Arranqué con la necesidad de estar tocando el piano con el espejo enfrente, y al atravesar el espejo, es como correr. Un poco referente a Alicia en el País de las Maravillas, cuando ella corre en el Mundo de las Maravillas, pero al final no llega a ningún lado, se queda estática, eso sucede en el libro. Quería esta conexión con la ropa, el reloj. En «LMNA», el reloj empieza a correr para atrás, quise que la gente viera de una vez cómo el tiempo empieza a correr hacia atrás. También sale mi caja de Pandora, los mundos están conectados, pero ahora de la caja de Pandora salen unas llaves maestras, que es un poco representativo de las llaves que Alicia encuentra al entrar al Mundo de las Maravillas para seguir pasando. Cuál es la verdadera llave maestra, porque esa primera canción era como: «Empiezo a abrir los portales, ¿pero cuál es la llave que me va a sacar de aquí o me va a permitir seguir pasando?». Todo esto lo metí intencionalmente. Lo que mencionabas de mi gato, Dalí, en ese visual, es como si fuera Diana, el gatito de Alicia. Dije que quería que Dalí, mi bebé, mi compañía, estuviera ahí, ha estado presente en las creaciones de mis discos, es mi animal guía, casi mi xoloitzcuincle pero en gato. En ese visual, donde sale Dalí, salen unos relojes de Dalí, el pintor, derretidos. Quería que la gente supiera que está relacionado con Dalí, mi gatito, pero también con el tiempo escurridizo de Dalí. Con todo quiero que sea muy intencional, que todo tenga un trasfondo. Por ejemplo, en los visuales de la canción con Paty Cantú, ella acaba de sacar un Sagitario en su álbum, que yo también mezclé. Ella es Sagitario, signo de fuego, yo soy Géminis, signo de aire, y quise que eso estuviera presente. En el visual salimos caminando entre fuego y aire, después nuestras manos, la de ella con fuego, la mía con aire, y luego se intercambian, yo termino con fuego y ella con aire. Todo es muy intencional y referente, muy real, nada es por azar. Ha sido muy lindo tener esa claridad tan definida porque me ha permitido materializar todas mis ideas en sonido, en visual, en estética, como el color de «LMNA», que es el mensaje exacto que quiero transmitir, ahora es solo ejecutarlo.

https://open.spotify.com/album/1VJhNdJKRjhFrAAwExGL1D?si=4p08r0ICSdyyqmAPBlxjSg

Hablando de las colaboraciones, como «Serena» con Paty Cantú, y las que tienes con Tony Succar y MelyMel. Son artistas con ritmos diferentes, pero lograste combinarlos muy bien. ¿Cómo fue que lograste eso y cuál fue la reacción de Paty, Tony y MelyMel al escuchar el resultado final?

Las colaboraciones llegaron de un modo medio mágico, casi como caídas del cielo. La primera fue Paty. Cuando yo arranqué a hacer mi disco, le estaba contando a Paty y ella me dijo: «Me muero por estar en tu disco». Al principio pensé: «Qué sueño», pero también decía que tenía que ser muy intencional, que todo tuviera sentido. Después de que Paty y yo grabamos esa canción, le dije: «Paty, tienes que estar en esta canción, te la voy a mandar», porque la canción ya estaba hecha con todo: voces, producción. Fue así de fácil, increíble. La voz de Paty es espectacular y súper poderosa. Me encanta que el mensaje, como decías, es para las niñas, necesitan escuchar esto. Paty justo sacó una canción muy linda y poderosa, «A La De Lu», con un mensaje súper empoderador. Dije que ella es la persona perfecta para cantar esta canción, y que representa ese momento de mi vida emo, adolescente. Aparte, yo la escuchaba cuando era pequeñita, es un momento muy full circle, muy lindo. Con «Hegemónica», con Tony y con Meli, también fue que la canción ya la tenía producida y lista. Primero llegó Tony. Yo lo he escuchado desde que estaba en el colegio, qué sueño poder trabajar con alguien que me definió cuando era joven, pequeñita. Le mostré la canción y le encantó, dijo que era súper loca, una locura, que tenía de todo. Y dijo: «De una», ya estaba. Justo tuve un momento medio de sueño, como epifanía de un rap, y con Meli, a quien literal le dicen «la mamá del rap», la pionera del rap, como mujer en el rap, es la top del top, durísima. He escuchado muchas canciones que ella ha compuesto para otros desde pequeña. Cuando tuve este momento de sueño, le escribí a Meli y dije: «Ella va a creer que estoy loca», porque le escribí: «Literal, tuve este sueño y tú estabas en esta canción, necesito que estés en esta canción». Se la mandé y ella dijo: «Me encanta, de una». Todo fue muy mágico, tan fácil que yo decía: «Es como si hubiera caído del cielo, tiene que pasar». Ha sido muy lindo eso, porque las colaboraciones se dieron de una manera tan natural y con propósito, intencionales. Hacen parte de mi esencia, de mi paso en mi línea de tiempo. Fueron colaboraciones muy puntuales, pero que en la narrativa de la historia tienen sentido al cien por ciento.

Qué increíble que hayas tenido la oportunidad de colaborar con Paty, Tony y MelyMel, artistas que formaron parte de ti en la adolescencia. Me parece increíble que esta oportunidad se haya dado tan bien. Y justamente, quiero hablar de una canción que conecté mucho con ella al escucharla: «CRTA» (Certera). Sé que esa canción fue muy especial para ti, que vino de un sueño, ¿cierto? Trabajar algo tan personal y cargado de emociones.

Esa canción para mí es súper especial, la verdad es mi favorita de todo el álbum. Esa no estaba en la historia que escribí el 16 de febrero. Pero esta sí fue así de que la soñé completa, y aparte fue un sueño muy… como que me hizo pensar tanto sobre mi vida y de reflexionar, de lo que te define a ti sobre todo. Recuerdo, es un sueño que lo tengo súper lúcido, lo recuerdo con tanto detalle que se siente tan real aún, lo soñé la noche del primero de marzo. Fue muy lindo como sacar esa parte tan vulnerable de mí, sobre todo porque yo siento que soy una persona, no cerrada, pero sí soy bien fuerte. Cuando alguien logra sacarme esa parte vulnerable, soy como un algodón de azúcar. Fue muy lindo para mí ver eso. Algo que me encantó del sueño es que estaba con mi familia, caminando con muchos miembros de familia que ya se han muerto. Todos los recuerdos que veía eran alegres, no había nada negativo, nada de dolor, nada de trauma. Me hizo pensar mucho en que uno a veces se traumatiza mucho en la vida, o se amarga por cosas negativas, incluso mínimas, y cree que eso te define. Pero para mí ese sueño fue como: en ese momento, cuando estaba atravesando el túnel, no hubo ningún recuerdo negativo. Incluso si haya tenido muchas vivencias negativas, de dolor, heridas, cosas que me gustaría olvidar, fue como de repente en esta muerte, en mi sueño, eso ya no existía. Se fue y solo me quedé con lo lindo, con las alegrías. Eso me hizo pensar tanto sobre mi vida, como despertar medio de filosofía, como: «Wow, ¿quién soy yo en verdad?». Yo soy esto que me define: mi familia, mis valores, lo que llevo adentro, las alegrías, y por eso digo que hasta la alegría más efímera se convierte en el norte de uno.

Detalles del autor