
Drizzle fusiona el urbano, el drum and bass y lo alternativo en DOSMIL2
El nuevo álbum de Drizzle es toda una maravilla fusionando ritmos y marcando tendencia
¿Quién dijo que el urbano tenía que sonar igual siempre? Drizzle, cantante y productor mexicano de 22 años, llega con Dosmil2, un disco que no solo rompe moldes, sino que también propone una nueva dirección para el sonido urbano. Su debut no se trata de repetir fórmulas, sino de construir un universo propio donde la música urbana se mezcla con drum and bass, synth pop y emociones a flor de piel. Es una revolución tranquila, pero potente.
Comparado con artistas que rompen generos como Ca7riel y Paco Amoroso, Latin Mafia; Drizzle es un artista que le vemos un futuro prometedor por su calidad músical y estilo inigualable.
Desde el primer track, Dosmil2 suena diferente. No es un álbum hecho para seguir tendencias, sino para crearlas. Drizzle toma los ritmos que marcaron su infancia —los 2000 en su máximo esplendor— y los transforma en algo actual, profundo y bailable. Lo que lo hace especial es cómo logra unir lo íntimo con lo sonoro, creando paisajes emocionales sin dejar de hacerte mover la cabeza. Aquí no hay miedo al cambio, solo libertad creativa.
Los temas que conforman este disco son Gran Vía, DM, Contradicciones, Player 2 (Interludio), Vuelve, Resentimiento y Yeah (Outro). El focus track del álbum, “Gran Vía”, es el ejemplo más claro de esto. Producida junto a VV Brujo, es una canción que te atrapa con un ritmo envolvente y te suelta con una vibra emocional muy real. Habla de pérdidas, pero también de esperanza. Es de esas rolas que suenan bien a las tres de la tarde y mejor a las tres de la mañana. Perfecta para cuando no sabes si llorar, bailar o ambas.
Con Dosmil2, Drizzle no solo se presenta como una nueva voz en el urbano: se posiciona como uno de los artistas que están redibujando el mapa del género. Su propuesta no viene a complacer a la industria, sino a conectarse con quienes buscan algo distinto, algo más humano. Y si este disco es solo el comienzo, el futuro pinta brillante y profundamente emocionante.