A veces, pocas veces, miro al cielo y recuerdo a los que ya no están. No a todos. Cuando eso pasa nunca falta que se pasee por mi mente un nombre en especial… José.

No conocí mucho a José. Mi relación con él era más bien distante, pero recuerdo su talento, su inteligencia, creatividad y cada detalle físico. José era alto y muy blanco, cabello negro, de sonrisa perfecta, cejas pobladas y pies grandes.

La vida de José no fue sencilla. ¿La de quién sí? José tuvo 11 hermanos, cinco hombres, seis mujeres. Con él eran un pack de cervezas, un 12.

Hubo una época en la que José reía con mis palabras de niña. Después José siempre estaba enojado, molesto, iracundo… Hoy entiendo que en realidad sólo estaba triste, muy, muy triste. Ninguna de las personas que lo rodeábamos nos dimos cuenta a tiempo…

Era talentoso con la tinta, el papel y los colores… dibujaba mundos y situaciones llenas de atípica belleza y surrealidad. Siempre admiré esa habilidad suya. Cómo plasmaba una rosa de pétalos extraños, cómo dibujaba a un “cholo” en un caminito de oníricos objetos.

No éramos muy cercanos. No lo conocí tanto porque nuestra convivencia tenía intervalos remotos. Sus hermanos lo conocieron mejor, sus papás quizás un poco más, quizá no, eran demasiadas las crías… Pero a pesar de no conocer sus pensamientos, sus sueños, sus dolores, sus frustraciones y sus aficiones al 100 %, siempre me inspiró la empatía, carisma, y un extraño cariño.

A veces cuando lo recuerdo me “lamento” de haber estado tan niña cuando él aún caminaba bajo el sol quemante lagunero porque era un hombre brillante. Pienso que era de esas personas con las que puedes hablar y mantener una conversación deliciosa.

Quizá para quienes saben de quién hablo, esto sea pura basura, pura hipocresía porque siempre me he mantenido lejana y ajena hasta con mi familia nuclear, pero bah, lo que la gente opine siempre estará de más, lo que importa es que cuando suena “Wish You were here” de Pink Floyd, él es en la única persona que pienso.

“Wish You were here” plasma en letra y melodía el exacto sentimiento que me embarga al recordar al hombre de cejas pobladas y cabello de león. “Wish you were here” me recuerda que José estaba triste y que muchos quedaron tristes con su partida, con su determinación al decir “Goodbye blue sky”…

Tiene mucho tiempo que se fue de nuestro lado físicamente, pero en mi playlist siempre se encuentra presente.

Cuando José se fue, con mi torpe decisión de niña opté por no asistir a su funeral ni a su entierro, no es algo que lamente o que me enorgullezca, para ser honesta. Siempre he odiado los funerales. Aquella tarde, quienes decidimos quedarnos en casa lo recordamos con canciones y con pláticas acerca de situaciones en las que él fue parte activa.

Para siempre en los corazones de tu familia, de tus conocidos y amigos, siempre en mi odioso corazón, uncle José, sin importar lo que digan los cercanos, sin importar lo que piense nadie… porque cuando escucho esa canción I really “Wish You were here”…

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