La Garfield prendió Sala Estelar con jazz, funk y cumbia

Oye, mi vida: pues que estuve en Sala Estelar este sábado en la víspera del Día de San Valentín celebrando con La Garfield el amor propio en su concierto online. La verdad es que ya extrañaba los conciertos en línea. Sabemos que no superan los conciertos en vivo y a todo color, aún más los que esta banda jarocha nos ofrecía cada que se presentaba. Sin embargo, si algo positivo podemos sacar de estas plataformas es que nos sacan de la rutina al poder ver en la distancia a nuestras bandas y artistas favoritos.

Y sin duda, La Garfield es una de esas bandas que disfruto muchísimo escuchar y es por eso que, cuando me enteré que estarían presentándose en Sala Estelar, pedí cubrir este evento. Ya extrañaba escribir acerca de los conciertos que, gracias a Rokkers, he podido disfrutar al 100 y quería cubrir uno que para mi era especial.

Mi historia con La Garfield

A esta banda la conocí en la Universidad. Solía estar en lo que era básicamente una banda con la que tocábamos en distintas universidades o en el mismo recinto educativo. Entonces, para una de esas presentaciones que estábamos preparando, el baterista habló acerca de esta banda de Guadalajara que toca jazz y, al escucharla, todos nos enamoramos del sonido, de su frescura y su estilo tan único. Decidimos tocar «Mala«, un clásico de la banda que, a día de hoy, sigue siendo mi canción favorita.

Después de eso, me propuse a escucharlos más y me di cuenta de que no solo es una banda de jazz. Hay muchas referencias musicales tan importantes en ellos que es muy difícil catalogarlos solo en este género, que de por sí tienen mis respetos por entrarle a un tipo de música tan compleja por su nivel de improvisación y ejecución tanto en producción como en el escenario.

Sin embargo, veo en esta banda referencias tan fuertes a la música latina, al teclado cumbiachero, las percusiones latinas (referencia de la salsa o mambo, según mi percepción), la trompeta y saxofón funky y una voz tan grave y relajante como solo una cantante de jazz puede lograr, pero tan flexible a la vez que se adapta a todos los ritmos que esta banda tiene y honra con su música.

Sin duda, escuchar a esta banda es una experiencia agradable y llena de buena vibra. Si esta es la primera vez que escuchas de ella, sin duda la recomiendo. Ahora, hablemos de este concierto.

Menos es más

Lo primero que nos recibió en la transmisión fue una vista impresionante dada desde el lugar en el que la banda hizo el concierto. Un paisaje predominado por lo que yo creo era una bahía o un lago. Nunca se dijo desde donde estaba grabado, pero eso no quita que el lugar fuese hermoso y que era ad oc a lo que la banda representa: un ambiente relajado y divertido.

También es bueno aclarar esto: estuvo tan bien hecha la grabación de este concierto, que en varias ocasiones, tantos los asistentes al concierto como yo, dudábamos un poco si era una transmisión en vivo o un concierto grabado. Esto lo pude resolver al ver la cuenta de Instagram de la banda, dándome cuenta de que este concierto era grabado, pero al haber sido grabado en un intervalo de dos horas aproximadamente antes de ser lanzado por Sala Estelar, daba la sensación de ser en vivo. Además, frases como: «saludos a todos en casa» «los extrañamos mucho» «esperamos que se la estén pasando bien y bailen con nosotros» hacían que esta experiencia fuese más cercana. Bien ahí.

Fue un concierto que, tanto los asistentes al concierto como yo que lo cubrí, pudimos disfrutar bastante. No tenía una gran producción como algunos conciertos que me ha tocado cubrir en la plataforma. A pesar de haber sido tomas simples, solo intercalando entre los integrantes del grupo, no se necesitó más. Es más, creo que si hubiesen hecho algo «extra» la esencia de la banda se habría perdido un poco, por lo que este concierto solo fue el ideal para el tipo de banda que La Garfield es.

Y cuando una banda es buena, no es necesaria tanta faramalla. Un buen sonido, buenas tomas y las ganas de hacer música y compartir esas creaciones con tus seguidores es todo lo que se necesita para hacer un concierto de categoría.

Al público lo que pida

A mitad del concierto, Sofi, la cantante de la agrupación, comentó acerca de que sus seguidores decidieron el set list que se tocó en el concierto, algo que me parece muy positivo, tanto como artistas como en estrategia de marketing.

Si bien es bueno que el artista pueda decidir en cierto modo las canciones que quiere que su público y él disfruten, el hecho de escuchar a las personas que son fieles a tu música les da a los seguidores cierta sensación de relevancia y permite una mayor permanencia. Los artistas, tanto de grandes tallas como los independientes y que apenas van incursionando en este mundo, deberían tener más en cuenta a su público. Es un buen detalle.

Sin embargo, eso no quita que hayan podido tocar canciones que eran nuevas de la banda y que buscaban que disfrutaran como ellos el hacerlas y presentarlas, aunque fuese en la distancia. Canciones como Tú No Sabes Querer, la primera cumbia de la banda, con un ritmo tan sabroso, que te inspira al momento de escucharla a bailarla y a pensar: ¿por qué tuvo que llegar el virus a quitarnos las bodas y los XV años? Y su sencillo recién salido del horno, Corazón, fueron canciones que nos hicieron gozar y desear que todo esto pase para bailarlas en vivo. Ya pronto será.

Atardecer con La Garfield

Como este concierto se grabó con muy poco tiempo de anticipación a la transmisión, pudimos ver la transición de la tarde al anochecer con ellos. Algo que, personalmente, lo hizo sentir romántico e íntimo para todos los que disfrutamos de su jazz, funk y su cumbia, dándonos mucha música, baile y buena vibra, además de que siento que es es la esencia que da la banda: un atardecer con una copita, ya sea de cerveza o de vino, mientras bailas y disfrutas de su sonido.

Cuando terminaron de tocar, la manera en la que se despidieron de los espectadores fue tan relajada que te hacía sentir muy cercano a ellos, como si estuvieras en primera fila disfrutando de su música y su ejecución en el escenario. Sin duda fue un gran concierto que espero pronto pueda hacerse en vivo para cantar al unísono: Oye mi vida, no estés tan fría.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *