«Rey Pila redefine su esencia con ESTAN STRANGE I» [RESEÑA]

Cuatro años después de Velox Veritas, Rey Pila regresa con ESTAN STRANGE I, un álbum que reafirma su característico dance-rock al tiempo que lo lleva hacia nuevos horizontes sonoros. Lanzado el 28 de noviembre de 2024, el disco explora desde la electrónica francesa y el witch house hasta el techno británico, integrando la influencia rebelde de bandas icónicas cómo The Prodigy y The Chemical Brothers.

El viaje arranca con “Ani Oni”, la primera canción vocal del álbum, que establece un ritmo vertiginoso desde el inicio. Con su energía dinámica, esta pista le inyecta velocidad al disco y lo impulsa hacia adelante. Además, el intrigante video oficial en YouTube expande el universo del tema, invitando al espectador a descifrar una narrativa compleja que al final se abre a nuevas interpretaciones.

En las letras, Diego Solórzano explora conceptos cómo la fama, el dinero, la violencia y las redes sociales. Este enfoque antropológico y contemporáneo da al álbum un trasfondo reflexivo, haciéndolo más que solo una experiencia musical. Temas cómo “Fantasma”, con su fusión de idiomas y su pegajoso estribillo, o “One of Us”, que equilibra pop y misterio, son prueba del gran talento narrativo y musical de la banda.

El ritmo se mantiene en constante ascenso con canciones cómo “Ojos de Terror”, cargada de riffs potentes, que desencadenan una intensidad sonora inigualable. Sin embargo, el álbum también sabe cuándo bajar las revoluciones. “Dreaming of Dreaming” llega en el momento justo, suavizando y ofreciendo un respiro que prepara al oyente para lo que sigue.

Canciones cómo “Running Blood” destacan por su magistral uso de sintetizadores y bajos, mientras que “Friend Request” sobresale por sus letras directas y un video que te sumerge en una inquietante pesadilla recurrente. Y para cerrar, “Fantasma II” ofrece un ritmo vibrante que invita al baile, entre transiciones dinámicas que mantienen al oyente cautivado hasta el último acorde.

ESTAN STRANGE I reafirma que Rey Pila sigue siendo un referente clave en la música nacional, ofreciendo algo único dentro del rock y la escena musical de México. Este disco no solo resalta por su energía rítmica, sino también por su capacidad de envolverte en un ambiente oscuro y bailable que se vuelve más fascinante con cada escucha. La banda demuestra que sigue empujando los límites de su sonido, manteniéndose fiel a su esencia mientras experimenta con nuevas influencias. Es un álbum que cualquier amante de la música debería escuchar al menos una vez, y es también un recordatorio más del por qué Rey Pila es un nombre imprescindible en el panorama de la música actual.

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